¿Se pueden emplear hidratantes en el tratamiento del acné?

Los pacientes con acné precisan una hidratación eficaz de su piel, que les proporcione elasticidad y confort sin empeorar su patología de base ni aportar sensación grasa o aspecto brillante, uno de los signos clínicos que más preocupa a los pacientes.

Los tratamientos tópicos para el acné suelen producir sequedad y, a veces, irritación. En estos casos, una hidratación adecuada es necesaria, siempre que sea con productos cosméticos suaves y libres de grasa, que empleen de forma fundamental glicerina y constituyentes del factor hidratante natural como el ácido 2-pirrolidón-5 carboxílico, serina, lactato sódico, etc.

A la hora de seleccionar un producto hidratante para un paciente con acné, hay que tener en cuenta el tipo de acné que presenta (comedogénico, inflamatorio, cicatricial), el tratamiento prescrito, antecedentes de atopia o intolerancia a cosméticos y, por último, las preferencias organolépticas del paciente.

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